Descubren la estrella más lejana jamás observada
¡¡Buenas!!
Hoy estrenamos sección en el blog: Cosmos.
Con ella iremos desvelando novedosos y apasionantes misterios del universo, así como las últimas noticias de la actualidad. De hecho, la entrada de hoy ha sido recientemente publicada en numerosos medios de comunicación. Estamos hablando de la observación de la estrella más distante de la Tierra jamás vista. Esta estrella se llama MACS J1149 Lensed Star 1, pero se la conoce como Icarus. Su nombre hace referencia a Ícaro, personaje mitológico griego que se acercó demasiado al Sol con sus alas. Al igual que Ícaro, la luz de la Icarus se aproximó tanto a una estrella del cúmulo de galaxias MACSJ 1149 + 2223 que era similar al Sol, que consiguió amplificar su brillo 2.000 veces.
Hoy estrenamos sección en el blog: Cosmos.
Con ella iremos desvelando novedosos y apasionantes misterios del universo, así como las últimas noticias de la actualidad. De hecho, la entrada de hoy ha sido recientemente publicada en numerosos medios de comunicación. Estamos hablando de la observación de la estrella más distante de la Tierra jamás vista. Esta estrella se llama MACS J1149 Lensed Star 1, pero se la conoce como Icarus. Su nombre hace referencia a Ícaro, personaje mitológico griego que se acercó demasiado al Sol con sus alas. Al igual que Ícaro, la luz de la Icarus se aproximó tanto a una estrella del cúmulo de galaxias MACSJ 1149 + 2223 que era similar al Sol, que consiguió amplificar su brillo 2.000 veces.
La estrella Icarus (Fig. 1) apareció 4.400 millones de años después del Big Bang. Esto supone que nuestra galaxia, la Vía Láctea, ni siquiera existía. La estrella pertenece a la categoría de supergigante azul (Fig. 2), es miles de veces más brillante que el Sol y su superficie tiene una temperatura entre los 11.000 y 14.000 grados centígrados, es decir, dos veces más calientes que nuestro Sol. Su tamaño no se conoce, pero se sabe que la supergigante azul más conocida llega a las 20 masas solares. Los fotones de Icarus tardaron 9.000 millones de años luz en llegar a la Tierra, pero debido a que el universo se encuentra en expansión, actualmente podría estar a unos 14.000 millones de años luz.
Figura 1: Imágenes de la estrella Icarus tomadas por el telescopio espacial Hubble de la NASA. A la derecha se observan capturas tomadas en 2011, cuando todavía no era visible, y en 2016, fecha en la que se obtuvo el primer registro de esta estrella.
Figura 2: Comparación del tamaño de diferentes estrellas. De izquierda a derecha tenemos: 1) la enana roja apenas alcanza 0.1 masas solares, 2) el Sol (enana amarilla), 3) supergigante azul y 4) la estrella R136a1 es una hipergigante azul con un tamaño de 265 masas solares.
Figura 2: Comparación del tamaño de diferentes estrellas. De izquierda a derecha tenemos: 1) la enana roja apenas alcanza 0.1 masas solares, 2) el Sol (enana amarilla), 3) supergigante azul y 4) la estrella R136a1 es una hipergigante azul con un tamaño de 265 masas solares.
"Es la primera vez que vemos una estrella individual magnificada. Somos capaces de ver galaxias muy lejanas, pero esta estrella está 100 veces más lejos que la siguiente estrella individual que podemos estudiar, excepto si contamos explosiones de supernova como una estrella”, añade Patrick Kelly, coautor del estudio.
Por norma general, no es posible distinguir estrellas
individuales que estén a más de 100 millones de años luz, ni siquiera utilizando
los telescopios más potentes que hay en el mercado. Sin embargo, Icarus está 100
veces más lejos. Entonces... ¿cómo pudieron observarla?
Pues bien, mientras los investigadores trataban de observar la aparición
de la explosión de la supernova Refsdal con el telescopio espacial Hubble (Fig. 3), a
5.000 millones de años luz de distancia, identificaron una luz parpadeante al
fondo de la imagen. Esta luz se correspondía con la estrella Icarus y se
observó gracias al fenómeno denominado lente gravitacional (Fig. 4), que actuaría como
una lente natural: la gravedad de un cúmulo masivo de galaxias actúa a modo de lupa cósmica que amplifica la luz de objetos cósmicos distantes. Este fenómeno ya había sido formulado por Einstein, quien afirmó que la luz no siempre viajaba en línea recta, sino que se curvan ante la presencia de objetos cósmicos con una gravedad muy fuerte. Con el descubrimiento de Icarus, una vez más se confirman las predicciones de Einstein: los objetos masivos como pueden ser las galaxias y los cúmulos de
galaxias pueden curvar la luz con su intensa gravedad.
Figura 3: Fotografía del telescopio espacial Hubble, encargado de capturar imágenes del espacio desde su lanzamiento en 1990. Pesa alrededor de 11 toneladas y tiene una longitud de unos 13 metros.
Figura 4: Representación del efecto lente gravitacional. El punto rojo representaría la estrella Icarus, la cual emite luz que es curvada por la gravedad del cúmulo de galaxias MACSJ 1149 + 2223 y es recogido por el telescopio espacial Hubble.
Según los expertos, el descubrimiento de Icarus ofrece una
nueva forma de mirar al universo y es probable que dentro de poco se inicien
investigaciones similares cuando el telescopio James Webb Space Telescope
(JWST) sea lanzado en 2019 y sustituya al mítico Hubble.
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