Desastre de Aznalcóllar



En la entrada de hoy hablaremos sobre un desastre ecológico que se produjo en una mina de Aznalcóllar. Para ello, primero nos situaremos.

Aznalcóllar es un municipio de Sevilla. Esta mina estaba formada por dos sub-balsas:
  • Norte: residuos del tratamiento de la zona de piroclastos (fragmento sólido de material volcánico expulsado a través de la columna eruptiva arrojado al aire durante una erupción volcánica) ricos en Cu.
  • Sur: lodos de piritas y aguas residuales con elementos tóxicos de las actividades mineras. 

Figura 1: Área del desastre ecológico en Aznalcóllar.

El 25 de Abril de 1998 se produjo la rotura de la presa de la balsa de decantación de la mina de Aznalcóllar. Como consecuencia, se produjo el vertido de residuos tóxicos, contaminando el suelo y la fauna. Los acontecimientos se sucedieron de la siguiente forma:
  1. Rotura de las arcillas margosas de la base de una sub-balsa. 
  2. Debilitamiento de la pared de sub-balsa. 
  3. Deslizamiento de esa pared a favor de una zona de fallas de extensión. 
  4. Los vertidos de ambas minas llegaron al río Agrio (desemboca en el río Guadiamar) y al Parque Nacional y Natural de Doñana. 
Figura 2: Vista aérea de Aznalcóllar y el Parque Nacional y Natural de Doñana. 


Figura 3: Vistas aéreas de la ruptura de la sub-balsa.


Figura 4. Separación de las balsas tras el vertido.


El impacto contaminante fue considerado 100 veces superior al de las 63.000 toneladas de fuel vertidas por el Prestige y arrasó 4.634 hectáreas en 62 kilómetros de cauce del río Guadiamar, principal afluente de Doñana.
La empresa Boliden AB era la propietaria de la mina. Después del desastre, tanto la Junta de Andalucía como la empresa Boliden AB comenzaron los procedimientos judiciales (entre nosotros, los dimes y diretes) por ver quién era el responsable del pago de la descontaminación de Aznalcóllar. La empresa afirma que la rotura de la balsa se debió a un movimiento subterráneo que no previó la empresa Geocisa (encargada de los estudios del suelo). Este caso todavía no está resuelto. Ya veremos cómo termina.

Figura 5: Orden en el que se sucedieron los acontecimientos judiciales. 

¿Qué hicieron?
Eliminaron físicamente el vertido. Sin embargo, el suelo seguía conteniendo elevadas concentraciones de metales pesados y metaloides (Pb, Cu, Zn, Cd, TI, Sb y As.). A los pocos meses se dieron cuenta de que allí crecía vegetación.
Fitoextracción: las plantas son capaces de absorber los contaminantes del suelo a través de sus raíces y transportarlos la parte aérea u otras zonas recolectables. Se podría decir que estas plantas pueden descontaminar el suelo. 

Establecieron proyectos a corto y largo plazo con medidas para eliminar el contaminante usando las plantas  y también para mejorar el estado del ecosistema.


Figura 6: Mina de Aznalcóllar con vertido y previo al vertido. (Si buscáis imágenes del antes y el después prácticamente todas las fotos salen en este orden. Están puestas con un poco de malicia, puesto que al ver las imágenes así lo primero que se te viene la cabeza es que la imagen de la izquierda corresponde a la mina con el vertido y la de la derecha una vez que se eliminó la contaminación).

Realizaron 3 muestreos en puntos diferentes del río (puntos 1, 2 y 3 de la figura 2). En el punto 1 apenas creció la vegetación. En los puntos 2 y 3 había vegetación abundante y las plantas tenían elevadas concentraciones de metales pesados y metaloides. Esta diferencia se debe al bajo pH y escaso contenido en carbonato cálcico, lo cual incrementó la movilización y la biodisponibilidad de los metales pesados y metaloides, que fueron absorbidos por las plantas. 

Las familias de especies vegetales más frecuentes fueron 4 principalmente. A continuación os muestro las plantas más famosas que se utilizaron en Aznalcóllar.
  • Compuestas:

Figura 7: Anacyclus clavatus (margarita). 
  • Leguminosas
Figura 8. Astragalus cicer (garbanzo silvestre). No confundir con los garbanzos del cocido de los domingos, Cicer arietinum
  • Gramíneas
Figura 9. Avena sp.
  • Crucíferas
Figura 10. Capsela bursa-pastoris (pan y queso).


Posteriormente, enmendaron el suelo con materia orgánica para mejorar sus propiedades y aumentar su fertilidad con el objetivo de regenerar y favorecer el crecimiento de la vegetación en ese ecosistema.
Así se encuentra actualmente la mina de Aznalcóllar. Como se ve en la imagen, ofrece un aspecto mucho más lustroso que en tiempos anteriores. Esperemos que no se vuelvan a repetir episodios como los aquí contados.

Figura 11: Aspecto que ofrece la mina de Aznalcóllar 19 años después.




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