La verdad sobre la maldición de Tutankamón

Hola!! En la entrada de hoy os contaré toda la verdad sobre la maldición de Tutankamón y también os hablaré sobre un experimento que hicieron en momias. Pues bien, en el museo de El Carmen, en México, observaron que 120 de sus momias presentaban un avanzado estado de biotedeterio, es decir, que presentaban cambios no deseables en sus propiedades provocado por la acción de organismos vivos (cabe destacar que estos cambios los suelen provocar microorganismos).

Los factores que más afectan al biodeterioro son los nutrientes y la actividad de agua, en pocas palabras, el agua disponible para ser usada por los microorganismos. Por tanto, un material con la actividad de agua y los nutrientes necesarios será más fácilmente colonizable por los microorganismos. En el caso de los hongos filamentosos (no os olvidéis de ellos ya que más adelante cobrarán mayor importancia) es suficiente con una actividad de agua de 0,6 para que colonicen un material.

Seguro que tod@s conocéis la maldición de Tutankamón (1962), ¿verdad? Por si hay alguien que no sabe de qué hablo, os hago un pequeño resumen: en 1922, el egiptólogo inglés Howard Carter descubrió la tumba de Tutankamón. A los pocos meses, comenzaron a sufrir muertes a las que nadie podía ofrecer una explicación por aquel entonces.

Figura 1: Sarcófago de Tutankamón.

  • El director del Servicio de Antigüedades, Arthur Weigall, quien avisó de la proximidad de la muerte de Lord Carnarvon si se abría la Cámara Sepulcral de la tumba, falleció de una extraña fiebre.
  • Lord Carnarvon, quien financió la excavación de la tumba, murió a las 6 semanas del descubrimiento debido a fiebres altas y problemas en las vías respiratorias. 
  • Aubrey Herbert, el hermano pequeño de Lord Carnarvon, tuvo una muerte repentina en 1923.
  • El magnate ferroviario americano Jay Gould murió de neumonía.
  • El egiptólogo francés Georges Bénédite murió de una afección respiratoria.
  • El ayudante de Carter, Richard Bethell, murió en extrañas circunstancias en 1929. 
  • El padre de éste, Lord Westbury, se suicidó al conocer la muerte de su hijo. Pero ahí no queda todo: de camino al cementerio, el coche fúnebre atropelló a un niño de ocho años. 

No se puede negar que algo raro pasó el día del descubrimiento de la tumba de Tutankamón. Vayamos a la explicación del enigma. En 1962, el médico egipcio Ezz Eldin Taha anunció la existencia de un peligroso hongo filamentoso, Aspergillus Niger, en algunos de los arqueólogos afectados por la "maldición". Este hongo filamentoso provocaba fiebres muy altas y afectaba a las vías respiratorias, lo que coincidía con las causas de las muertes anteriores. Tras la rueda de prensa que dio Ezz Eldin exponiendo su teoría sobre la "maldición", sufrió un accidente de tráfico, lo que ocasionó su muerte.

También encontraron colonias de A.niger en objetos hallados en la tumba del rey Casimiro, de la catedral de Cracovia, al investigar las muertes de investigadores que habían trabajado en esa tumba. 

Figura 2: A.niger.


Volviendo al experimento realizado en las momias del museo de El Carmen, ¿cuál era su objetivo? Determinar si había contaminación causada por hongos filamentosos en el ambiente y en las momias y por otro lado comprobar la eficacia del tratamiento con imazalil. Es un fungicida que induce mutaciones en los genes involucrados en el desarrollo celular e inhibe la síntesis de ergosterol (membrana celular de los hongos). Estos hongos no dañan únicamente a las momias, también son una amenaza para las personas ya que provocan infecciones respiratorias.

Figura 3: Momias (El Carmen) afectadas por biodeterioro de hongos. 

Desarrollo del experimento
En el 2002 aislaron e identificaron los hongos. Para ello tomaron muestras del aire, de paredes, suelos y momias. Las cultivaron en el laboratorio e identificaron los géneros. 
En el 2003 realizaron el tratamiento con imazalil. Para ello se prendieron velas de imazalil dentro de la cripta donde estaban las momias. El antifúngico se emitía con el humo, penetrando así en los objetos. Posteriormente, se tomaron muestras del aire, paredes, suelos y momias para comprobar si era efectivo ese tratamiento o no. 

Figura 4: Géneros de hongos y nº de colonias aisladas antes y después del tratamiento  con imazalil. Los géneros predominantes fueron: Penicillium, Cladophialophora, Aspergillus, Rhizopus, Alternaria y Bipolaris.

Conclusiones del experimento
  1. Los muros y las momias ofrecían sustratos orgánicos que eran utilizados por hongos.
  2. Las esporas presentes en el aire son una fuente de contaminación para momias ya que no están protegidas. También influyen las corrientes de aire generadas por los visitantes, que además traen esporas del exterior.
  3. Los géneros más abundantes que se encontraron se consideran agentes de degradación por la diversidad y cantidad de enzimas que tienen.
  4. Alternaria, Aspergillus Penicillium son hongos patógenos para el ser humano.
  5. Candida, Rhizopus, Aspergillus y Penicillium están relacionados con enfermedades infecciosas oportunistas en personas inmunodeprimidas.
  6. El tratamiento con imazalil resultó muy eficaz. 
Con esto queda demostrado que no hay que confiar en leyendas, mitos ni maldiciones. Todo tiene su explicación y si algo no la tiene, es porque todavía no hemos sido capaces de encontrarla.

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