SUEÑO Y ABURRIMIENTO: SU GRAN SECRETO

¡Buenas! 
¿Quieres saber por qué te entra el sueño cuando te aburres? Puede que nunca te hayas planteado esta pregunta, pero estoy completamente segura de que te ha pasado en más de una ocasión. Sin ir más lejos, este es un ejemplo de cómo nos comportamos en función de lo que nos resulta interesante y lo que no nos motiva en absoluto:

Figura 1. En la imagen de la izquierda se ve cómo la mujer vestida de azul está completamente atenta y concentrada ante los estímulos que requieren su atención y es que no le falta razón porque ¿quién no se concentra al jugar al Candy Crush? Sin embargo, en la imagen de la derecha se puede ver a la misma mujer echando una cabezadita. Debe ser que lo que está escuchando no es lo suficientemente interesante para prestarle atención. 

El aburrimiento es la forma que tiene nuestro cuerpo de avisarnos de que ese estímulo no nos motiva lo suficiente y nos invita a que cesemos esa actividad y nos dediquemos a otra más productiva. Sin embargo, si constantemente se suceden estos episodios, puede que esté relacionado con depresión, ansiedad, esquizofrenia o incluso con traumatismos cerebrales. Es el caso del hermano de James Danckert (experto en investigación sobre el aburrimiento), que tras el accidente de tráfico que sufrió dejó de interesarse por la batería, su gran afición, simplemente porque le aburría volver a tocarla. Danckert piensa que el daño causado en la corteza orbitofrontal de su hermano "le hace más difícil enlazar con el mundo".

¿Qué es la corteza orbitofrontal?
Es la región del lóbulo frontal del cerebro que está relacionada con el procesamiento congnitivo de la toma de decisiones y que en caso de lesión se altera la regulación afectiva y conductual. Esto explicaría el repentino desinterés del hermano de Danckert.

¿Qué le ocurre a nuestro cerebro cuando nos aburrimos? 
Un estudio de la Universidad de Tsukuba (Japón) publicado en la revista Nature Communications descubrió que el núcleo de accumbens también puede producir el sueño, además de estar implicado en la motivación y el placer.

Figura 2. En rojo, se muestra el núcleo de accumbens. Está formado por neuronas del encéfalo que tienen una capacidad extremadamente fuerte de inducir el sueño, pero nada tiene que ver con el componente principal del sueño común. Cada hemisferio cerebral tiene su propio núcleo de accumbens.

Desde hace tiempo se sabe que la cantidad de adenosina es inversamente proporcional a la cantidad de energía y que induce el sueño. En un estudio que se realizó se afirma que uno de los mecanismos de acción de la cafeína para "despertar" nuestro cuerpo consiste en bloquear los receptores de adenosina A2A en el núcleo de accumbens. 

Figura 3. La cafeína bloquea los receptores de adenosina. Por tanto, la cafeína no "despierta" a nuestro organismo, únicamente lo retrasa.  

Volvamos a nuestro estudio en la Universidad de Tsukuba. Los científicos encontraron a los receptores A2A muy expresados en el núcleo de accumbens. Esto significa, una vez más, que está relacionado con la inducción del sueño. 

Pero el aburrimiento no depende únicamente del núcleo de accumbens. Un estudio que realizaron J. Danckert y Collen Merrifield en la Universidad de Waterloo, Canadá, permitió observar las diferencias en una zona denominada la red neuronal por defecto (RND) cuando el cerebro está activo en una tarea y cuando está aburrido. 

Figura 4. En rojo se muestran algunos centros de control de la red neuronal por defecto (RND). Es un conjunto de regiones del cerebro que interaccionan entre ellas aunque estén lejos entre sí. Es probable que sean responsables de la mayor parte de la actividad del cerebro mientras la mente está en reposo. 

Figura 5. En la imagen de la izquierda se observan las zonas de la red neuronal por defecto (RND) cuando estamos aburridos. En estos momentos, esta red presenta una menor actividad que cuando estamos, por ejemplo, viendo un documental interesante (imagen derecha). 

  

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